jueves, 29 de noviembre de 2012

Siesta a la inglesa



Un artículo de Josué Rubio - @Ryuga_13

La siesta es una tradición española de lo más típica, y en su afán de fomento de los productos nacionales, algún español la ha exportado este año a las Islas Británicas, concretamente a Manchester y, si especificamos aun más, a Old Trafford.

Si señor, los red devils, tras el fiasco en la pasada competición doméstica a última hora y una catástrofe en los dos torneos continentales, se situan líderes en solitario en la Premier League y ya se preparan para los octavos de la Champions League. Brillante a la vez que normal para un club del calibre del United, pensaran, pero este año hay algo de distinto, y es que el conjunto del incombustible Sir Alex Ferguson no está siendo una máquina de aplastar rivales. De hecho esta temporada muchas de sus victorias llegan tras remontadas ( Fulham, Cluj, QPR, Sporting de Braga, Liverpool, Aston Villa y Southampton ) contra equipos de menos nivel, pero que ahogan bien el movimiento de balón de los de Manchester. Quizá sea hora de ir incluyendo a Kagawa en los onces titulares.

El United tiene dos problemas que derivan de uno mayor. Estos problemas “menores” son la pasividad defensiva, lo que propicia una ingente cantidad de goles en contra con llegadas de algún contrario desde segunda linea ( no hace falta recordar, entre otras ocasiones, la que salvó Rafael con la cabeza cuando el rival cabeceó absolutamente solo dentro del área ); y que gran parte de los resultados positivos se dan en base al continuo buen entendimiento entre Rooney y Van Persie ( ese aficionado gunner que besa el escudo del United y canta el himno del Liverpool ). Parece ser que mientras continúe la conexión anglo-holandesa y los goles casi in extremis de Chicharito, el equipo de Fergie está llamado a ganar sufriendo, relativamente.

Y, como decía, esto viene generado por una causa mayor: la siesta. El United sale adormilado a los partidos, sabedor de que tiene nombres y un peso histórico más que de sobra para ganar los encuentros, y eso hace, no solo sin imprimir la intensidad brutal que le caracteriza, sino con la ley del mínimo esfuerzo, con los jugadores andando a la hora de mover el balón y con una tranquilidad pasmosa a la hora de defender.

Si el United abandona esa tradición tan española que parece haber adoptado, no descartemos a este United como un gran candidato a la Champions, quizá solo un escalón por debajo de Barça, Madrid y, sorpresa, Borussia.

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