viernes, 23 de noviembre de 2012

Olvidemos la excusa ajena



Un artículo de David Aparicio - @Banquilleros

Hace unos meses hubiera comenzado mi artículo de hoy con una crítica exacerbada hacía el sr.Mourinho por sus declaraciones tras el encuentro de Champions que enfrentó al Real Madrid con el Manchester City. Seguramente habría desmenuzado los motivos por los que el técnico luso continúa haciendo gala cada vez que tiene ocasión, de su antibarcelonismo más artificial. Y digo artificial porque en el fondo, lo que un servidor piensa es que la historia de Mourinho con el conjunto azulgrana es una amalgama de añoranzas y pesares evidente y a la vez tragicómica.

Seguramente, en ese hipotético artículo, hablaría del trato torticero e hipócrita de la prensa deportiva madridista para con el colectivo arbitral y de su habilidad para lanzar al estrellato a trencillas desacertados o contrarios, según ellos, a sus intereses, sea o no afectado el Real Madrid, ya me entienden. Recordaría que no hace tanto tiempo, desde la capital, se criticaba con vehemencia el victimismo endémico culé, con razón seguramente y de cómo en el último lustro, esa estrategia pobre y mundana ha sido adoptada tristemente por el conjunto de Concha Espina, se quiera o no reconocer.

Sin embargo, actualmente, este tipo de artículos me parecen reiterativos. Los implicados se empeñan cada día en recordarnos como están las cosas, así que cualquier aditivo desde la acera de enfrente suena a recreo.Además, el aficionado culé tiene motivos más que suficientes para concentrarse en los suyos. El Barça camina con paso firme por la competición doméstica, donde aún no conoce la derrota y en la que lidera la tabla con 3 puntos de ventaja sobre el Atlético y 8 respecto al Real Madrid. En Europa no va peor, clasificados como líderes de grupo para Octavos de final.

Futbolísticamente hablando, Tito ha metido de lleno al equipo en su versión 3.0, con movimientos tácticos muy interesantes. La apertura del carril zurdo; la reubicación de Villa a la posición de 9; la posibilidad de prescindir de extremo izquierdo o derecho a favor de los jugones cuando la ocasión lo requiere; el retorno de la presión asfixiante arriba; la apertura “voluntaria” de los partidos para que se produzca la tan anhelada aparición de espacios; la eclosión de Montoya; la confirmación de Tello como un purista de la cal; las soluciones que aporta Song gracias a su polivalencia; el descubrimiento para algunos de que este equipo a la contra es tan eficaz como pueda serlo el Real Madrid o la confirmación de que la Messidependencia es un bulo y que todo gira entorno a una idea clara y preconcebida.

Ya digo, no merece la pena defender lo que no necesita defensa. El nerviosismo por Madrid es patente y se debe principalmente a que no se vislumbran fisuras deportivas en el proyecto de Vilanova. A falta de “talón de Aquiles” toca inventar, rascar y tirar de excusas que distraigan al personal.

Y es que un análisis frio del asunto, revelará que el Madrid, de 4 partidos TOP en Europa, es decir, los enfrentamientos directos con Manchester City y Borussia Dortmund, solo ha sido capaz de ganar uno y sobre la bocina. Quien se quiera creer que eso es culpa de Rocchi, allá él.

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