viernes, 7 de diciembre de 2012

Que bueno que viniste



Un artículo de Coral González - @coralgo

Zurich volverá a concentrar las miradas del fútbol mundial con la entrega del Balón de Oro en apenas un mes. Messi, Iniesta y Cristiano son los tres aspirantes que han superado la última purga realizada por la UEFA. A las puertas se han quedado otros grandes futbolistas como ‘El Tigre’ Falcao o Xavi Hernández, que este año ha tenido que conformarse con el cuarto lugar.

Todo parece indicar que Lionel se alzará con su cuarto galardón, marcando un hito dentro del fútbol mundial y alzándose con un nuevo record que sospecho, sólo él podrá batir en los próximos años. Valdano comentaba recientemente en una entrevista que si el argentino dejase de ganar este premio, sería simplemente porque nos habríamos aburrido de que siempre se lo llevase el mismo.

Leo ha tenido la suerte de coincidir con una generación de jugadores prodigiosa. Talentos como el de Ibrahimovic, Iniesta o Cristiano Ronaldo habrían gobernado con autoridad absoluta el fútbol mundial si no se hubiesen visto eclipsados por la erupción del argentino. Todos ellos, compañeros, rivales y algunos hasta las dos cosas al mismo tiempo, han exigido al máximo a ‘La Pulga’ y le han hecho un futbolista mucho más completo.

Esta feroz competencia ha causado estragos en algunos. Ibra no soportó que el Barça de Pep no jugase para él y tuvo que buscar una salida al año de llegar. Cristiano Ronaldo, un talento sin lugar a dudas extraordinario, se quedó con la cara descompuesta en la última gala de la UEFA. Sólo él ha impedido que el Barça cope las tres posiciones del pódium como en el año 2010.

Scolari, nuevo técnico de la selección brasileña, hablaba del portugués como el mejor jugador del mundo. No es el único, compañeros como Pepe y Arbeloa ya han pedido el Balón de Oro para su compañero. Ayer, después de una plácida noche en el Bernabéu en la que el Real Madrid se paseo ante el Ajax, Mourinho insinuó que una campaña orquestada ya había decidido que el premio iba a parar al argentino y que no merecía la pena hablar sobre el tema.

Como siempre, entre dientes y en medio de una pacífica veleda, Mou se convirtió en el reiterativo protagonista de una historia que no es la suya. Con sus declaraciones el portugués pone en tela de juicio la honestidad y el voto de sus compañeros de profesión e incluso de su propio capitán, encargado también de dirimir quién es el vencedor. Messi gana porque es el mejor. Sus ochenta goles y su juego le convierten en historia cada fin de semana. Dentro de unos años hablaremos a nuestros nietos de cómo vimos jugar a Leo, y eso, bien vale un balón de oro.

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