viernes, 14 de diciembre de 2012

Memoria selectiva



Un artículo de David Aparicio - @Banquilleros

Es de perogrullo , pero conviene decirlo; de Chitalu no hablaría nadie si el récord de goles en un año natural lo hubiera conquistado Cristiano Ronaldo en lugar de Leo Messi. Que se recuerde a este tipo de futbolistas, a uno le parece bien. Es el fondo de esa repercusión tardía y torticera lo que atufa. Los altavoces blancos viven o mejor dicho, sobreviven de la búsqueda concienzuda del demérito ajeno, que por regla general suele apuntar al azulgrana. Bueno, de eso y de proporcionar coartadas al responsable de turno. Antes me indignaban estas cosas, ahora me producen sorna.

Curiosamente, el periodismo deportivo vende más, cuanto peor está el Real Madrid y mejor el F.C.Barcelona. Las razones son varias. En primer lugar, el aparato tiende por genética a buscar responsabilidades ajenas. Árbitros, calendarios, comités, federaciones, rivales con motivaciones selectivas o los mayas. Luego está lo de menospreciar al rival, ya saben, cuestionar logros, políticas, identidades o filosofías de club. En pocas palabras, vilipendiar lo que tu gallina de los huevos de oro no es capaz ya de generar. Súmenlo todo y obtendrán un escenario ideal para que los de pluma afilada creen los artículos de bufanda más biliares. No debemos olvidar tampoco ciertos accesos a la autodestrucción, of course.

La obtención del euro fácil con semejante caldo de cultivo, es inevitable. Ya digo, es en la adversidad, en el todos contra mi, en vender la incomprensión outsider, donde se halla el morbo y por consiguiente, el ingreso.

Sobre el césped, a excepción de la lesión de Cesc y la derrota del Real Madrid en Balaidos, nada nuevo. El Barça sigue a lo suyo, esto es jugando a la velocidad de crucero que marca Messi ( Creo que es a quien menos le importan los dichosos récords y mucho menos lo que de él diga el reportero) y los blancos ofreciendo la imagen de un equipo que juega muy por debajo de las posibilidades que exige el mayor presupuesto de nuestra liga y casi de Europa. La distancia en la tabla no solo es puntual (11 ni más ni menos) y por eso precisamente se buscan desde todos los frentes adversos, evasivas y subterfugios variados que distraigan al personal. Lo preocupante es que lo consiguen. Allá cada cual.

En la continuidad de esta situación global, está la felicidad de un Barça cada día más estable, no lo duden.

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