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Un artículo de Josué Rubio - @Ryuga_13
El parón navideño es, sin duda, la etapa más aburrida del año en cuanto a fútbol se refiere. Salvo la Premier League, no hay nada más que echarse a la boca en cuanto a grandes ligas se refiere, y entre el balón británico y las polémicas vienen acompañadas las fiestas.
Es costumbre que en dicho parón se especulen con fichajes, idas, venidas y un sinfín de debates que no conducen a nada porque el balón no rueda mientras se les da más cuerda de la necesaria a tipos de lengua viperina. Mou con lo duro que es ser portugués en España, Pepe con las persecuciones, y así, cada cual con su historia. Historias que, desde luego, invitan a reflexionar sobre lo necesario que es el fútbol para salir de esta amalgama de polémica gratuita.
Por otro lado no entiendo que realmente sea necesario dicho parón en Navidad. Tipos que cobran una millonada por hacer lo que les gusta y que, sin ser verano, descansen, es algo que no puedo asimilar, máxime cuando llegan posteriores quejas por la mala distribución del calendario, sobre todo cuando estás vivo en las tres competiciones. Es cierto que hay un desbarajuste de lo mas kafkiano en cuanto a fechas, pero nadie mueve un dedo por un cambio que se atisba totalmente necesario. No creo que jugar dos partidos más en Diciembre le arruine la vida a nadie, además de que supondría una descongestión, aunque leve, para las fechas finales de temporada.
Mientras tanto nos tendremos que conformar con ver la Premier, con partidos emocionantes por el resultado pero, sin duda, mucho más ramplona y aburrida que la española. Que vuelva la Liga, y que sea muy pronto.
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