viernes, 28 de diciembre de 2012

2015, Barça año I



Un artículo de Jordi Juanmartí - @jordiasturies

Si los hados de esta nuestra presunta democracia son propicios, en el año 2014 habrá en Catalunya una consulta sobre la autodeterminación en la que todo apunta a que los catalanes optarán por la independencia. Si esos hados aceptan el dictado popular, y ojalá sea así, para 2015 todas las instituciones catalanas, que por motivos sentimentales, geográficos o políticos los españoles vemos como propias, dejarán de serlo.

Incluido el Barça, por supuesto.

Visto el nivel emocional de debate y los argumentos de los nacionalistas de un lado y del otro, parece que la ruptura más traumática no vendrá por la pérdida de ingresos económicos en ambas partes, o por la dramática separación, en cuanto a nacionalidad, de dos sociedades con mucha relación afectiva y cultural... no, por lo que se ve, la pregunta en el aire es... ¿y dónde jugará el Barça? 

En el lado más casposo del nacionalismo español, se agarra la gente, como prácticamente el argumento de más valía contra el independentismo catalán, al hecho de que el Barça, ese "ejército no armado de Catalunya", se vería obligado en buena lógica a jugar una en principio débil liga catalana, sin clásicos casi mensuales contra el Madrid, o sin rivales con el pedigrí de Valencia o Atlético de Madrid, por ejemplo. Todo eso podría llevar a un debilitamiento del club blaugrana, o, incluso, sueñan algunos, a su desaparición. O sea que, piensan ellos, ya sabéis bonitos... si queréis que el Barça siga siendo grande, olvidaos de independencias...

En el otro extremo no menos casposo, el del nacionalismo catalán, se toma postura erguida, y con voz orgullosa y pecho henchido se afirma que eso no será problema, que un club con el prestigio y, no lo olvidemos, caché económico del Barça podrá jugar donde le dé la gana, incluida, si es preciso, esa liga del país del que se quieren desgajar. Y si no, ahí están las ligas francesa, italiana o incluso, leo hoy estupefacto en Sport, la muy flemática Premier inglesa, todas ellas ansiosas de recibir con los brazos abiertos al a día de hoy mejor club de fútbol del mundo...

Y es que una Catalunya independiente será triomfant, rica i plena... aunque a estos nacionalistas de opereta bufa no les importe que su institución más potente económicamente hablando se tuviera que ir a buscar los cuartos a otras ligas y pagar las correspondientes cuotas e impuestos en otros países...

¿La solución? Más sencilla de lo que parece. Ojalá todos los problemas tuvieran solución tan fácil y nos pudiéramos ocupar enseguida de otros asuntos más serios y de más difícil respuesta.

En principio, en 2015, en el marco de una Catalunya independiente, el Barça debería jugar la liga de su país. Así de simple. Nada de esperar que llamen a tu puerta representantes de otras ligas o, mucho menos, ir llamando tú a otras puertas. Si uno fuera catalán e independentista, me gustaría que todas las instituciones de mi país fueran potentes y tuvieran prestigio en todas partes. Y eso incluiría, por supuesto, a la liga de fútbol. 

Una empresa con un activo como el Barça no debería tener problema en que llegaran inversores dispuestos a poner el dinero para que otros equipos tuvieran el potencial suficiente para crear una liga competitiva de la que los blaugranas serían el mascarón de proa. Una liga potente atraería el interés de los emporios mediáticos, atrayendo aún más dinero.

Nada de entrar en conflictivas negociaciones con otras ligas para ver en qué condiciones participaría el Barça en ellas... sí, es cierto que sería el equipo culé un plato apetecible para otros mercados, pero habría que ver si los miembros de tales mercados lo aceptarían de buena gana. Pongamos, por ejemplo, un Barça con intención de entrar en la liga española o francesa. Todo muy bonito, mucho dinero y tal. Pero ¿aceptarían un Valencia, Atlético de Madrid, Lyon, Marsella, por ejemplo, que el Barça entrara en su liga disputándoles y casi seguro ganándoles una plaza en la Champions League, privándoles así de suculentos ingresos? 

Y no hablemos de la sinrazón político-ideológica de ver a un club de un país representando a nivel europeo la liga de otro. Sí, sé que ya existe algún caso puntual, como el del Monaco en la liga francesa, pero es un caso diferente (Monaco no tiene la fuerza suficiente para crear su propia liga), y además, si ahora ya tenemos el para algunos dislate de un club como el Barça representando institucionalmente en el extranjero a un país al que no quiere pertenecer... que dicha situación se repetiera, y de modo voluntario por todas las partes esta vez, me parece estrambótico...

Sea como fuere, si tal situación llegara a producirse, y esto no se puede descartar a pesar de todo, sería tras acuerdo entre todas las partes, y no por expreso deseo del Barça. Por ejemplo, se habla hoy en la prensa de una posible fusión de las ligas belga y holandesa para hacerlas más competitivas. ¿Sería esto un buen ejemplo para una Liga hispano-catalana o incluso ibérica con nuestros vecinos portugueses y unos futuros vascos independientes...? Me parece muy difícil, pero... nunca se sabe.

Hay otra opción, y sería la que uno, como culé, apreciaría más y vería más lógica para mantener la potencia del club: que llegara a buen puerto la creación de una liga europea fuerte, a imitación de la NBA yanqui. Así despojaríamos de telarañas nacionalistas y políticas la cosa, y veríamos una competición fuerte y potente, digna del espectáculo que puede llegar a ser el fútbol, incluido el que nuestro Barça ofrece actualmente. Y ahora, a ocuparse de otras cosas más serias que el fútbol...

Adeu i bona sort.

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