"El hombre que puede, es rey" -Thomas Carlyle- |
Un artículo de Joseph Lara Abán - @SoldadoDeLee
Hubo un rey que mandó a construir un laberinto perplejo y sutil, un lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas; escaleras y muros; muchas puertas y mucho bronce. Lo construyó no solo para perder a quienes osaban adentrarse en él, sino también para demostrar su poder y así amenazar a los que insinuaran discutirlo.
"Agruparse y compactarse" |
La temporada pasada un rey se cansó de vagar por esos laberintos. Sus últimos días transcurrieron sin el favor de la divinidad y sin las herramientas necesarias; y tal como lo presintió, no volvió a ver la luz. Su peor momento (jugadores lesionados, un par en adaptación y algunos en horas bajas) fue frente al Chelsea, la impotencia le dejó vacío; empates y derrotas en territorio vasco o navarro advirtieron ese final. Los rivales se jugaron la vida en cada partido, arrancarle la sonrisa al mejor equipo del mundo era la consigna y a pesar de eso el Barça siempre fue leal a sí mismo; rara vez Guardiola apuró al equipo, entregándoles al desenfreno. Pero de tanto mecer el campo quedaron en evidencia al final de esa temporada: se habían hipnotizado a sí mismos. El equipo se atascaba en la zona central y lo que se ha llamado el habitad Messi se enturbió; no obstante, no se frenó la progresión del genio argentino en su nueva faz, la de goleador absoluto, pero el equipo ya estaba desangelado y tuvo que ver a otros coronarse en las competiciones más importantes.
Hoy hay un rey que está abriendo las puertas de los laberintos, con paciencia o a patadas, bien porque ha aprendido mucho de la historia del rey cansado o ha hallado alguna flor mística. El Barça de hoy parece un poco más eléctrico porque Tito ya tiene la certeza de que trabaja con dos directores, por separado o la vez, sea Xavi o sea Cesc, el equipo puede ser una orquesta sinfónica o un grupo de rock; de la calidad del primero bastante sabemos y al segundo nos estamos acostumbrando y parece sonar bien. Otros factores también podrían explicar este andar de tres puntos en tres puntos: la vuelta de Villa, el renacimiento de Pedro, indicios de la primavera de Cesc y la brutal regularidad de Messi, Xavi e Iniesta (lesiones de por medio) y Alba y Adriano y la lona estirada y un largo etc.
"Este año hay fuego en sus miradas" |
El Barça sabe que avanzará, no importa si en algún momento hinca la rodilla. Sabe que a excepción de equipos como el Rayo Vallecano o el Real Madrid (el diferente, cada vez más confiado), pocas veces verá a rivales tan osados o valientes como para enfrentarle de tú a tú. Los laberintos parecen infinitos, pero será en los días claves de la temporada cuando el equipo tenga su verdadera prueba: llevar a su laberinto a quienes le quisieron perder en los propios.
Si la historia le da una oportunidad a este Barça, tendremos nuevamente, frente a frente, a Los dos reyes y los dos laberintos y veremos si al igual que en el cuento de Jorge Luis Borges, el más fiel obtiene su venganza.