Según las últimas informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación, Eric Abidal abandonará la disciplina culé el 30 de Junio. El club tiene la opción de renovar su contrato, pero el asunto sigue sin definirse. El francés se ha convertido con el paso de los años en un icono para el barcelonismo, tanto por su comportamiento dentro de los terrenos de juego, donde siempre hizo gala de un profesionalismo exquisito, como por su lucha denodada, ejemplar e inspiradora contra el cáncer, fuera de ellos. Así pues estamos ante un asunto en absoluto baladí y Rosell deberá tratarlo con suma delicadeza.
El lema “Més que un club” adquiere en este caso más sentido que nunca. El club tiene la posibilidad de volver a demostrar que este axioma que enorgullece a cualquier seguidor barcelonista, no se ha convertido con el paso de los años en un chascarrillo demodé por el desuso.
Abidal se ha recuperado tras una batalla épica contra la enfermedad. Ha demostrado estar preparado para rendir en la élite. No obstante, lo que en realidad se debe valorar no es el nivel de juego que pueda desarrollar, sino el deseo de querer ofrecer sus últimos años como futbolista, al Barça.
Una plantilla es algo más que 24 buenos futbolistas. Es un compendio de caracteres, experiencias, ideales y valores.
El Barça, en pleno proceso evolutivo, necesita veteranos con este ascendente. Ejemplos a seguir para los que llegan y los que están. Tótems o monolitos que señalan dónde comienza la exigencia y dónde reside el umbral de lo imposible. No encuentro mejor espejo que Abidal.
