miércoles, 27 de noviembre de 2013

La primera derrota muestra las costuras

1. No creo que sea un problema de actitud. Más bien creo que es un quiero y no puedo. Martino pide un nivel de presión que ahora mismo el equipo, con este juego directo, no puede ofrecer. El Barça presionaba bien gracias a su avance grupal. Aquella sucesión de pases interminable tenía un fin y no era otro que llegar a ¾ de campo con mucha gente.
Eso se traducía en tener uno o dos jugadores cerca del hombre con balón cuando perdíamos el esférico amén de tener siempre un receptor ante emboscadas del rival. Ahora el Barça practica un juego más directo, usa menos toques. El equipo se parte cuando pierde el cuero ya que existe mucha distancia entre líneas. Xavi e Iniesta de interiores ya no tienen pulmones (En realidad nunca lo han tenido y tampoco lo han necesitado por la forma de jugar del equipo) para subir y bajar y ejercer de pegamento y eso convierte nuestro mediocampo en una autopista con un único cobrador, Busquets o Song. Un traje. Además, llegamos con menos efectivos al ataque, hay menos opciones de pase y eso favorece que se pierdan balones en zona prohibida cuando nos aprietan las tuercas, provocando así las contras.

2. Solo veo dos soluciones. Renunciar a la presión, esperar atrás, dejarse dominar y morder al contragolpe (Tenemos futbolistas para ser letales en ese tipo de fútbol aunque difícilmente el aficionado aceptará esta nueva hoja de ruta) o volver al antiguo libreto, toque, toque, toque, juntitos, juntitos, juntitos. El término medio, algo que se está viendo sobretodo en liga, da para solventar los partidos domésticos, pero no para la exigencia de la Champions o encuentros ante rivales muy intensos y con calidad suficiente para salir desde atrás y llegar tocando hasta Valdés. Ahí nos crujen. Si ese es el camino elegido, es decir, ser un equipo multidisciplinar, capaz de manejar diferentes variantes tácticas y hacerlas todas ellas efectivas, creo que se impone una remodelación de la plantilla profunda y cuantiosa a final de temporada. Ver el post Mi Barça 2014-2015.

3. Ojo. Las costuras de este Barça salen a relucir con la baja de seis titulares indiscutibles (Jugadores fuera de posición y en un mal momento de forma), en un encuentro casi intrascendente, fuera de casa y ante un rival que se lo jugaba todo. Es decir, hay que hacer una lectura equilibrada de la situación para no entrar en un histerismo que no conduce a nada. Hay que aprovechar el resbalón para atacar los problemas de raíz. Unos problemas que están ahí, latentes desde hace ya casi tres temporadas (Sí, en la última de Pep ya se detectaron) pero que se disimulan casi siempre gracias a la calidad individual de la plantilla.

4. Insisto, no es tanto un problema de nombres, sino de libreto (Lo fácil es culpar a Piqué o Mascherano, cuando el problema radica en por qué el Ajax llegaba con soltura y relativa facilidad a nuestra área o por qué una y otra vez se producían centros o desbordes desde los laterales. Siempre 1x1 ya que la ayuda del interior nunca llegaba). A qué queremos jugar o mejor dicho, cómo necesitamos jugar para que, con nuestra actual estructura de plantilla, sigamos siendo protagonista principal de los partidos y además, podamos sacarlos adelante con solvencia y buen juego. Creo que el Tata está en ello y al final esta derrota, debe ayudar a que el míster entienda lo que cada uno de sus pupilos puede y no puede ofrecer. La clave está en obrar en consecuencia una vez delimitadas las capacidades. Yo confío en que lo hará.

Nuestra revista on line

wibiya widget