lunes, 27 de agosto de 2012

Osasuna 1-2 F.C.Barcelona. Messi sostiene a un Barça desconocido

"Messi salva los muebles"
Imagen cortesía de mundodeportivo.es


Alineación: Valdés (8), Alves (5), Piqué (6), Puyol (5), Alba (6), Busquets (5), Cesc(4), Iniesta (7), Alexis (5), Tello (6), Messi (7). Desde el banquillo: Pedro (7), Xavi (7), Villa (6).

1. Desconectados y en tercera.

Así salió el Barça al césped del Sadar. Los locales, espoleados por su público y concienciados de que a este Barça solo se le puede ganar con físico abrumador, sometieron a los culés a una presión asfixiante desde el minuto 1’ al 90’. Cuando los de Tito quisieron darse cuenta de la temática de la fiesta, ya perdían 1-0. Si ya es complicado de por sí jugar en Pamplona, hacerlo por debajo en el marcador se convierte en suplicio. Campo estrecho, sol de cara, rival entregado a la causa, y público de circo romano. Y lo peor es que ese error, el de salir dormidos del vestuario, se repitió en el inicio de la segunda parte. Sin duda requiere charla grupal. La pasada temporada se perdió la liga por ceder puntos en partidos como el de ayer. Parece que la experiencia no ha servido de nada.


2. Sin balón llega la vulgaridad.

Osasuna logró desactivar nuestra circulación de balón gracias a una presión extraordinariamente coordinada. Piqué y Puyol nunca pudieron sacar el balón jugado con comodidad. Alves y Alba tuvieron que recurrir al balonazo en demasiadas ocasiones. Busquets, muy encimado no tuvo su tarde, siendo protagonista de alguna pérdida de balón pueril e irresponsable. Cesc recibiendo de espaldas y desnaturalizado. Iniesta fue el recurso infalible para al menos hacer llegar el balón a campo rival. Arriba, Messi, algo lento en la toma de decisiones, sobretodo en los primeros 60’, acorralado y poco inspirado. Los rojillos con la línea muy alta, arriesgando como equipo grande, achicando espacios, juntando líneas para cercenar el pase interior. Dicho de otro modo, el Barça no fue el Barça. Si algo nos ha caracterizado estos años, es saber manejar los tiempos del partido, el ritmo del encuentro. Ayer confundimos el temple con la pachorra. Nos quitaron la pelota, nuestro bien más preciado y así nos fue.

3. La opción estaba en el desmarque de ruptura.

Alexis, Tello y Messi lo entendieron a la perfección. Quizá fue lo único positivo, junto al espíritu de remontada, del Barça de ayer. A falta de espacios y control del partido, todo quedaba a expensas de romper la defensa avanzada y en línea de los pamplonicas. Por desgracia el línier desbarató incomprensiblemente dos mano a mano legales, por entender que Messi partía en fuera de juego. Jugadas que no saldrán en la sección de “Errores arbitrales” por no ser acciones de gol, pero que a la postre marcan el devenir del encuentro. Y es que no es lo mismo jugar con ventaja y a verlas venir, que por debajo y obligado a remar a contracorriente.

4. La eficacia, otra de nuestras asignaturas pendientes.

Pese a que el Barça fue más espeso que un polvorón en el mes de Agosto, dispuso de ocasiones claras para marcar en la primera mitad. Iniesta, Alexis y Tello tuvieron opciones diáfanas de adelantar al Barça primero y acortar diferencias después. Como siempre tuvo que ser Messi el que saliera al rescate de la nave azulgrana. No puede existir esa Messidependencía en lo que a finalización se refiere. No cuando hemos gastado ingentes cantidades de dinero en jugadores a priori resolutivos, como Alexis o Cesc, por poner solo un par de ejemplos.

5. Cesc no encuentra su lugar.

Hablando del ex-gunner, seguimos viendo a un Fábregas desdibujado y desubicado. Ayer le dieron el timón de una nave que fue a la deriva durante 70’, hasta la aparición de Xavi Hernández. Parece evidente que el de Arenys no se encuentra cómodo con la batuta en la mano. El problema es que Tito no varía su discurso en cuanto al esquema táctico se refiere. El 4-3-3 puro, con extremos muy abiertos y especializados, reduce sus opciones. Ahora mismo solo puede jugar en la posición de interior, cuando en realidad a Cesc, lo que le pone, es incrustarse en la media punta, como segundo delantero por detrás de Messi. La renuncia de Tito a la defensa de 3, permitiendo así la inclusión de un centrocampista más, tampoco le favorece. Con el paso de los partidos se aclara el panorama. Thiago será el relevo de Xavi y Cesc el de Iniesta. El de Arenys deberá aceptar ese papel si quiere crecer con el equipo. Esto no es el Arsenal. Allí era el número uno o el número dos, aquí está entre el 9 y el 12.

6. Leo muy lejos del precipicio.

Con Xavi en el banquillo y Cesc en plena crisis de identidad, Messi se erige en gestor del tiempo. Es un papel que le pega, pero no ahora. Con el argentino tan alejado del área, perdemos un elemento desequilibrante y fundamental. Aliviamos a los centrales rivales y aislamos en exceso las diagonales de Alexis y Pedro. Habrá tiempo para reubicar a Leo. Quizá ahora es demasiado pronto. El equipo no está preparado, tal como se pudo constatar ayer.

7. Sin presión, vendemos a los carrileros.

El Barça no apretó las tuercas en cuanto a recuperación de balón se refiere. Eso permitió que tras pérdida, Osasuna pudiera oxigenar enviando el esférico en diagonales largas a la espalda de Alves. Por ahí llegó casi todo el peligro de Osasuna en la segunda mitad. Para evitar ese pase, es fundamental encimar al hombre con balón, no dejarle pensar. Por buscar una excusa, quizá pasó factura el desgaste del Jueves en hombres como Iniesta, Messi o Busquets.

8. Tito sabe leer y rectificar.

Entran Xavi y Pedro, también Villa aunque eso no resultó determinante. Salen Cesc e Iniesta. Pedro se situa en la derecha, como extremo, empujando a Alexis a la posición de 9. El chileno volvió a evidenciar carencias serias en el dribbling, en pocas palabras, no se va ni de su sombra cuando el Barça ataca en estático. Sin embargo, en la posición de delantero centro, se desenvuelve bien. Es luchador, atrae a los centrales, juega bien de espaldas, cae a bandas y posee un primer remate francamente bueno. Además, el Niño maravilla es letal al contragolpe, cuando dispone de espacios y puede explotar su punta de velocidad y desmarques de ruptura a la espalda de los centrales. Es importante que Tito sepa cómo y cuando sacar el máximo partido de este recurso.

A su vez, Xavi liberó a Messi, que pudo adelantar su posición, para incrustarse definitivamente en el precipicio del área. El de Terrasa templa ánimos y alarga posesiones. El resultado de todos estos movimientos se tradujo en victoria visitante.

9. Messi y el espíritu de remontada.

Es lo que tiene ser el mejor jugador del mundo, en tu peor partido sigues siendo determinante. Ayer el argentino jugó un pésimo partido y aún así, resultó fundamental para darle la vuelta al marcador. Un gol tras pelea meritoria de Pedro para empatar. Otro, de disparo raso tras centro al área para conquistar el reino de Navarra. Messi e Iniesta sostienen al equipo a la espera de que jugadores como Villa, Cesc o Alexis “regresen” como lo que son, auténticos cracks de talla mundial. El otro punto positivo de ayer es que el Barça, como ocurriera ante el Madrid en la ida de la Supercopa, haya sabido remontar un partido que se puso muy cuesta arriba. Esa capacidad de superación es lo que diferencia a los equipos campeones y es algo que la pasada temporada brilló por su ausencia..

10. Dinámica ganadora.

La victoria en el Sadar unido a la derrota del Madrid en Getafe, situa a los azulgrana a 5 puntos del máximo rival. Que nadie se lleve a engaño, esto no significa nada. La liga se gana en Abril y Mayo. Sin embargo, este colchón de puntos, inesperado y bienvenido, aportará un plus de tranquilidad que nos permitirá trabajar con cierta holgura en esta primera fase del campeonato, cuando los equipos aún ajustan sus mecanismos. Y es que no debemos olvidar que solo se han disputado dos jornadas.

Conclusiónes. 

Osasuna no mereció perder el partido de ayer. El Barça, jugando un pésimo partido, de los peores que yo recuerdo, dispuso de ocasiones claras para llevarse los tres puntos, como a la postre sucedió. La pasada temporada el Barça hubiera perdido un partido como el de ayer. Igualmente, el Madrid, la temporada pasada, hubiera ganado su partido en Getafe. Inercias a tener en cuenta. 

PD: 

Sobre el árbitro, Muñiz. Mal, muy mal. En la primera parte nos señalaron un par de fueras de juego que no eran. Errores graves pues suponían el mano a mano de Messi con el portero. Además, el gol del empate no debió subir al marcador ya que un jugador culé estaba en claro fuera de juego. En cuanto a las expulsiones, es cierto que el colegiado pudo hacerse el loco o mejor dicho, el sordo. En el caso de Tito, con más razón, puesto que al parecer no medio insulto. Sin embargo, ya se sabe, hay colegiados más pejigueros que otros. Puñal se equivocó gravemente insultando al colegiado ya que dejó a su equipo en inferioridad numérica justo después del gol del empate. Cada cual debe asumir su cuota de responsabilidad.

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