domingo, 15 de enero de 2017

¿Vino el fondo de armario para quedarse?

Ganó bien el Barça al U.D.Las Palmas. Vimos de nuevo un equipo compacto, serio, comprometido con la recuperación del esférico y la presión. No hubo idas y venidas alocadas ni sábanas cortas. Regresó la versión más lógica de un conjunto, que por plantilla, está obligado a ofrecer unos mínimos cada vez que se viste de corto.

El Barça ayer fue incisivo en ataque, con un André Gómes entendiendo al fin lo que se le pide a un interior en el Barça, capacidad para apoyar en la salida, bien arrastrando para habilitar a hombres libres, como siendo apoyo en paredes cortas y ofreciendo profundidad, como fue el caso de la asistencia a Suárez en el segundo gol de la tarde. También Rafinha y Arda estuvieron correctos y de su entendimiento salieron algunas de las jugadas más vistosas del encuentro. Para la reflexión, ese 4-4-2 que pudimos ver en varias fases del partido, con Suárez y Messi como hombres más avanzados. ¿Encaja el fútbol de Neymar en ese rol más centrocampista que hizo ayer Arda?

Y Aleix. Su mejor partido de azulgrana, sin duda. El ex-sevillista fue un pulmón en una banda derecha que hizo suya desde el minuto 1. Setién presionó con un hombre menos para no asumir excesivos riesgos, apostando a que sin Sergio Roberto, la banda a tapar era la de Alba. Ter encontró a Vidal una y otra vez y éste nunca eludió la responsabilidad. Se asoció bien con Busquets y Messi, profundizó cuando pudo y dió salida con galopadas repletas de fuerza y confianza. En defensa no pasó apuros y solventó bien las situaciones de 1X1. Obtuvo la recompensa del gol. Un gol que redunda en la sensación de que este futbolista, por motivos que a muchos se nos escpan, ha sido tremendamente infrautlizado, sobretodo si tenemos en cuenta que el titular en esa demarcación es un centrocampista reconvertido.

Tiene Lucho la oportunidad de recuperar a este buen futbolista para la causa en un momento perfecto de la temporada. Una recuperación que además supondría la naturalización de un futbolista como Sergi Roberto, formado para ser conductor de juego en el centro del campo culé.

De Messi poco se puede decir que no se haya dicho ya, como siempre, determinante, aunque sin la necesidad, por suerte, de tener que participar de forma constante. Suárez por su parte, el otro integrante de la MSN ante la ausencía de Neymar, se sumó por fin a la fiesta y ofreció su mejor versión con dos goles que definen perfectamente su fútbol, el remate de primeras y el control absoluto que tiene de su cuerpo. La maniobra en su segundo gol es sencillamente genial.

No obstante, del partido de ayer me quedó con la sensación de que hay más fondo de armario del que creemos. No quizás para afrontar los "grandes" partidos de la temporada, pero sí para ir superando fases en la Copa e ir sumando puntos en liga ante rivales asequibles. Y eso, es mucho. Crucemos los dedos y esperemos que haya venido para quedarse.

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