viernes, 18 de enero de 2013

El asunto Victor Valdés

Decía Diego Pablo Simeone recién aterrizado al Atlético de Madrid, que los equipos de fútbol se construyen desde atrás. No le falta razón al Cholo. Courtois se ha convertido en uno de los hombres clave del conjunto rojiblanco. No es un Caso aislado ni mucho menos. Iker Casillas, Petr Cech, Van der Saar o Buffon son claros ejemplos de cancerberos que nos solo han resultado fundamentales en la consecución de títulos gracias a sus paradas imposibles, sino también por sus continuadas muestras de personalidad, jerarquía y mando dentro y fuera del campo. En este grupo, obviamente, no puede faltar Victor Valdés.
El guardameta del F.C.Barcelona anunció ayer por sorpresa y a través de sus representantes, que no va a renovar su contrato con el F.C.Barcelona que expira en Junio de 2014. Una noticia que ha dejado al barcelonismo mudo y atónito por lo inesperado y naturalmente por la relevancia de este mito culé en en el seno de la plantilla. Las críticas no han tardado en aparecer. Tampoco es nuevo. El maldito entorno, un fagocitador insaciable y difícil de exterminar, sale a la palestra para poner de vuelta y media al de Hospitalet.

Si quieren mi opinión, les diré que para mi Victor Valdés ha actuado de forma correcta. Hace ya dos semanas que se viene especulando con el futuro del guardameta. El propio Zubizarreta ha tenido que dar explicaciones sobre la situación de la negociación. En definitiva, circunstancias que no hacen sino distraer en primer lugar al propio protagonista y en segundo al equipo y a la entidad. Entiendo que ese es el principal motivo para hacerlo público en este momento y no más adelante. Con su anuncio, Victor ataja de raiz cualquier tipo de rumor. Además, sabedor que su posición es clave para el equipo, le da al club un año y medio para ir buscando una alternativa de garantias. Lo hace en un momento que no perjudica al equipo. El Barça tiene más que encarrilada la liga con 11 y 18 puntos de ventaja sobre Atleti y Real Madrid respectivamente y la Champions está a un mes vista, tiempo más que suficiente para que el barcelonismo asuma su decisión.

En cuanto a las formas, tampoco debemos olvidar que Victor Valdés no es un aficionado, es un profesional. Su trayectoria es corta y debe buscar lo mejor para él y su familia. Entiendo que a nivel deportivo, el guardameta a sus 31 años necesita nuevos retos tras haberlo ganado todo en el F.C.Barcelona tanto a nivel colectivo como a título individual. Igualmente, es muy posible que la oferta de la directiva culé no haya sido todo lo sustancial que a él le gustaría. Eso, unido a que su fichaje por otro equipo significaría un desembolso pequeño ya que solo le resta una temporada de contrato, hace que la ficha en su nuevo club pueda resultar mucho mejor que la que percibe en ca’n Barça. En definitiva, situaciones normales dentro de un entorno laboral de cualquier empresa. El problema es que en el fútbol, el sentimiento cuenta y muchos aficionados pueden entender que la decisión de Valdés supone una traición en toda regla al cariño que se le ha dispensado siempre desde la grada.

No es mi caso. Comprendo sus motivos y los respeto. Solo me resta agradecerle todos estos años de profesionalidad y entrega por este club. Valdés nos ha dado mucho.

En cuanto a lo que debe hacer el F.C.Barcelona a partir de ahora, no tengo dudas. Traspasarlo en Junio sería absurdo. A Victor solo le queda un año de contrato. Lo que podría obtener por su venta es ridículo e incomparable con el rendimiento que puede ofrecer la próxima temporada. Victor debe terminar su contrato con el Barça como profesional que es y estoy seguro de que lo hará dando lo mejor de si mismo. A partir de ahí, el Barça tiene año y medio para buscar un sustituto de garantias.

Debe ser un portero con un excelente juego de pies, ya que en la estructura táctica del equipo, el guardamenta ejerce como un líbero más. También debe poseer un gran pase en largo, necesario para superar la presión defensiva que a menudo ejercen nuestros rivales. A todo ello se le debe unir un carácter sólido, que le permita mantener la concentración incluso en partidos de muy poco trabajo y asumir la presión que supone defender los tres palos de un club tan grande como es el Barça. Tampoco sería desdeñable un buen 1x1, que salga bien en jugadas de estrategia y reflejos de felino.

¿Compejo eh? Pues todo eso ha sido y es Victor Valdés.

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