miércoles, 24 de abril de 2013

Una derrota que exige decisiones

Tuvo que ser una apisonadora alemana la que bajará del pedestal al F.C.Barcelona. Supongo que es ley de vida. Demasiado tiempo en la cumbre acaba desgastando. Este equipo lleva mucha, muchísima carga de trabajo a sus espaldas, tanto a nivel de club como a nivel de selección. El físico, la edad, la gestión de la plantilla y los momentos de forma puntuales, son factores que en este juego, resultan determinantes.

El cetro está reservado para el que compite al límite y en eso, en lo de competir, este Barça, por varios motivos, claramente ha dado un paso atrás. Duro pero necesario trance el que deberá atravesar el club de cara a un regeneración. Un replanteamiento obligatorio aunque edulcorado, eso sí, por una liga que debe servir para trabajar con calma y sobre un sustrato firme. Pero vayamos por partes…

El partido 

Alineó Tito a su once más nominal, pensando quizás que el dorsal de la camiseta, por sí solo, mitigaría el ímpetu germano. Así comenzó el partido. Un Bayern precavido, esperando al Barça a partir de la línea de medios. Fue solo una pose. El conjunto que dirige con maestria Jupp Heynckes uso los primeros minutos para comprobar de primera mano el estado físico real de los jugadores clave del conjunto azulgrana. Un par de posesiones, unos cuantos escarceos tras regalo del esférico, un puñado de salidas notables desde atrás superando la presión, ineficaz, del Barça, bastaron para entender que Messi no podía esprintar, cambiar de ritmo, driblar o presionar. Que Xavi, Pedro y Busquets están cogidos con alfileres. Que Alba, tras dos competiciones de selección consecutivas en Agosto y Septiembre y sin pretemporada, ha llegado exhausto a final de curso. Que la espalda de Alves es un coladero. Que a Bartra le faltan minutos. Que Piqué solo no basta. Que Alexis y su fútbol son alienígenas en este equipo. Un Barça reducido a Iniesta, al que cada vez que recibía el esférico, le encimaban 8 colosos de rojo.

Müller, Schweinsteiger y Javi Martínez se merendaron nuestro mediocampo. Cercenando el pase vertical, obligándo a recibir siempre de espaldas, presionado, poniendo siempre una pierna, obligando al pase insustancial, horizontal y en corto. El Barça uso de nuevo el balón para especular, como ocurriera en Milán. Los desmarques de Pedro y Alexis resultaban estériles. Nadie les busca. Su labor ayer fue sorda. Presionaron y ayudaron siempre a los laterales en su lucha con Ribery, impresionante ayer, Lahm, Robben y compañía. Sin embargo, participaron poco o nada de la creación. Siempre muy arriba, cuando el partido debía ganarse generando superioridad en medio campo donde Busquest y Xavi se empequeñecían a cada minuto que pasaba.

Messi recibía balones, pero su estado físico le impidió generar desquilibrios, ganar ventajas para nutrir a los extremos. Fue insustancial aunque parezca sacrilegio decirlo. El cuero se usa como pasatiempo. El Barça, conocedor de su inferioridad física, persigue un partido donde ocurran pocas cosas y eso pasa por tener siempre el balón, aunque sea sin un objetivo claro. Un chut a puerta en todo el partido lo deja claro. Se prohibe el ida y vuelta para no quedar aún más retratados.

El problema es que este Bayern tiene muchísimos más recursos que Milan y PSG juntos. Ayer adquirieron la iniciativa merced al juego aéreo, donde por mucho, son superiores a los azulgrana. Un par de córners de los muchos que concedimos, se transformaron en sendos goles. A partir de ahí, todo fue coser y cantar. El Barça es aplastado de forma rotunda. El Bayern, sobretodo en la segunda parte, dio un recital de intensidad, verticalidad, presión. Con ventaja en el marcador esperó al Barça y machacó cada vez que los azulgrana perdían el esférico en un océano de furia bávara. Mucho Bayern para muy poco Barça. 

Entrenador

Aunque me duela decirlo, creo que ayer Tito no estuvo acertado. Uno puede equivocarse de inicio en el planteamiento, pero luego debe saber rectificar sobre la marcha para minimizar los daños. Que Messi estaba mal se vió a los 5 minutos de partido. Que el equipo iba a necesitar más efectivos en la medular, también. Contener a Dani Alves, sacrificar un extremo para dar entrada a Cesc o Song e incluso optar por sacar a Messi del partido y apostar por un futbolista como Thiago, que ha demostrado en los últimos encuentros que se encuentra con mucha confianza. Algo. Igualmente cuestionable es dejar en la grada a un futbolista como Tello, de los pocos que hoy tienen frescura, desequilibrio y desborde.

No hubo reacción y cuando quisieron realizar cambios, la eliminatoria estaba ya sentenciada.

Conclusiones 

Siempre resulta más sencillo extraer conclusiones a posteriori y en absoluto pretendo ser ventajista, pero las cosas son lo que son y ocultarlas, no edifica. Para competir al máximo nivel, es imprescindible estar físicamente al 100%. La frescura es lo que te permite presionar al rival y recuperar el balón cerca del área contraria. La frescura te permite generar desequilibrios, bien con la velocidad en la circulación, bien con el desborde en los driblings. Ayer varios futbolistas jugaron muy mermados y el equipo lo notó.

Obviamente parece que la preparación física no ha sido acertada. El Barça ha llegado al tramo final de temporada, cuando se deciden los títulos, especialmente la Copa y la Champions, fundido. No es la primera vez que pasa. No creo que sea problema de plantilla corta, más bien opino que se trata de una mala gestión de los recursos. Ahora mismo el Barça tiene 12 titulares, cuando en realidad, deberían ser, al menos 16. Ahí está la clave. Futbolistas como Xavi, Alba, Busquets, Iniesta, Piqué, Alves o Messi han sido exprimidos al máximo, rotándo poco o nada. Hemos conquistado, salvo catastrofe, el título liguero con comodidad y suficiencia, pero no nos ha permitido alcanzar un nivel óptimo en el trofeo doméstico del KO, ni en la Champions. Song, Tello, Thiago, Montoya, Bartra e incluso Dos Santos, han sido infrautilizados. Se les ha concedido muy pocos minutos, lo que les ha impedido tomar peso en la estructura del equipo, adquirir automatismos, ganar confianza. Cuando ha llegado el momento decisivo, estos futbolistas no estaban preparados para competir ante gigantes y por eso nos hemos visto obligados a jugárnosla con los tótems por debajo del 50% de su potencial. Y así, pierdes 99 de cada 100 veces.

Futuro

Inevitablemente se hablará de cambio de ciclo. Es algo ya inherente a nuestro fútbol. Un anhelo de muchos que sale a pasear cada vez que el Barça tropieza. Mi lectura no es ni mucho menos tan pesimista o alarmante. Evidentemente es necesario cambiar algunas cosas, una reactivación de conceptos que parecen olvidados y caras nuevas que aireen estímulos. Sin embargo, hablar del final de una época, contando en tus filas con Messi, Busquets, Piqué, Alba, Iniesta, Pedro, Thiago, Cesc… en fin, me parece una temeridad. Hablamos de futbolistas muy jóvenes que aún no han alcanzado su mejor edad. Además, se va a conquistar el título de liga con una solvencia apabullante. Sin duda un elemento que debe aportar serenidad y contención.

No obstante, como decía, es necesario un estudio pormenorizado de la plantilla de cara a la próxima temporada. Aunque sea doloroso, es momento de tomar decisiones.

En primer lugar, Tito debe decidir si se ve con ánimo de tirar adelante con este proyecto. Por un lado, su enfermedad, por otro, muchos años de convivencia con este grupo. Lo dijo Pep antes de irse, "Si me quedo, nos haremos daño". Claramente el de Santpedor hacía referencia a ciertas decisiones imprescindibles pero impopulares en el seno de la plantilla. El problema es que esa tarea quedó pendiente para Tito, que no lo olvidemos, lleva tanto tiempo como Pep el frente de la nave azulgrana, aunque haya sido en su mayor parte desde la segunda línea. Jerarquías mal entendidas que deben desaparecer si queremos que el proyecto se revitalice. ¿Puede ser Tito ese impulsor? ¿Quiere serlo? ¿Sabe esta directiva cuales son esas acciones? ¿Está dispuesta a asumir las consecuencias de las mismas? Preguntas que marcan el futuro de la entidad a nivel deportivo.

A partir de ahí, varias cosas parecen claras.

Puyol y Xavi, la próxima temporada, deben aportar más desde el banquillo que desde el campo. Usados y dosificados convenientemente son puntales para el equipo. Además, en el vestuario, deben marcar el grado de implicación y profesionalidad a seguir por el resto. Cesc, Thiago, Bartra y el fichaje de un central de entidad, deben ser los encargados de tomar ese testigo, esa responsabilidad, sobre el césped.

Un lateral TOP. Alves y Alba necesitan recambios de garantía. Adriano se lesiona mucho y con Montoya parece que no acaban de atreverse. Decisiones drásticas. Bajo mi punto de vista, el brasileño debería ser vendido. Debe llegar un lateral zurdo que presente batalla a Jordi y que le pueda ofrecer minutos de descanso. En el derecho, un Alves más dosificado y Montoya, deberían bastar.

Un box to box poderoso. Matuidi. Song puede serlo si se le da la confianza y los minutos necesarios. Si no se está por la labor, mejor venta y fichaje. Busquets necesita un Touré que le apriete las tuercas.

En la delantera es donde detecto más carencias. Messi solo no puede asumir permanentemente la responsabilidad ofensiva, asistente y anotadora del equipo. Necesitamos uno o dos futbolistas que asuman esa carga para liberar un poco al pibe. Un plan alternativo que enriquezca tácticamente al equipo y que nos convierta en menos previsibles. En su momento esa función la desempeñaron Eto’o y Henry. Hoy ni Villa, ni Alexis, ni Pedro, ni Tello, pueden hacerlo. Son buenos jugadores de complemento, pero no cracks que por si solos sostengan un equipo. Neymar y un nueve de entidad, tipo Falcao, Rooney, Agüero, Lewandovsky serían buenas opciones. Villa y Alexis tienen muchos números para marcharse este verano.

Finalmente apostar por Deulofeu y Rafinha. Dos futbolistas que aportarán juventud, ímpetu, hambre. La clave para mantener la competititvidad, es la necesidad de gloria y reconocimiento. A veces es tan sencillo como eso.

Insisto, no debemos volvernos locos. Hay idea, hay estilo, hay futbolistas. La situación es muy distinta a cuando Pep tomó las riendas del equipo. Mantenerse es mucho más difícil que llegar. Guardiola dejó el listón en cotas casi irrepetibles. Tampoco olvidemos que hemos perdido ante el equipo más en forma del momento, una máquina de hacer fútbol.

PD: Para la reflexión. Curiosamente, el Barça está en un momento ideal para que llegue un técnico como Pep y el Bayern, para que se quede un técnico como Heynckes. Cosas del fútbol.

Nuestra revista on line

wibiya widget